lunes, 19 de mayo de 2025

interpretaciónes de “La Intrusa” y “El Milagro Secreto”

 


  • “EL MILAGRO SECRETO” - Jorge Luis Borges



                  “El tiempo interior como salvación”


En “El milagro secreto”, Borges narra la historia de Jaromir Hladík, un escritor condenado a muerte que, en el instante previo a ser fusilado, vive un año entero en su mente para terminar su obra. Y aunque el mundo exterior no percibe ese tiempo, para él es real.

Este cuento plantea que el tiempo no es solo algo que se mide con relojes, sino también una experiencia interna. Borges muestra que la mente puede crear su propia realidad, incluso cuando el cuerpo está por morir. Además, resalta el poder del arte como forma de salvación: Hladík no busca salvarse físicamente, sino cumplir con su vocación como escritor.

Así, Borges nos hace pensar que lo esencial no siempre es visible, y que el verdadero milagro puede suceder dentro de uno mismo.




  • “LA INTRUSA” - Jorge Luis Borges


  

                         “El deseo como amenaza



La intrusa trata temas complejos como el deseo, el sacrificio y la fraternidad en un entorno donde los códigos de honor y la posesión de la mujer se imponen sobre el afecto genuino. La historia expone cómo los hermanos Nilsen ven a Juliana no como una persona, sino como un objeto que interfiere en su relación fraternal. La decisión final de eliminarla para “preservar la paz” entre ellos es brutal, pero simbólica: representa la anulación del deseo como amenaza a los lazos masculinos. Borges nos pone en una posición incómoda como lectores, donde debemos decidir si empatizamos con la lógica de los hermanos o la rechazamos. La narración ambigua y el lenguaje popular revelan una sociedad patriarcal en la que la mujer no tiene opinión ni ningún tipo de poder.


Punto 10 - control del lectura de “Emma Zunz” - Jorge Luis Borges


 

10) PRODUCCÍON: 




Más allá de la venganza


Emma Zunz, de Jorge Luis Borges 


 


Jorge Luis Borges no escribió cuentos para pasar el rato. Los escribió para que el lector piense, dude, se incomode. Por eso, cuando uno lee Emma Zunz, no puede quedarse con la primera historia que aparece, la del crimen justificado. Hay algo más. Siempre hay algo más con Borges. Y ahí es donde empieza lo interesante: lo que parece una venganza por la muerte del padre, en realidad es mucho más profundo. Es una historia de abuso, de silencio y de odio acumulado.


Desde el principio, Emma Zunz se nos presenta como una chica de apenas diecinueve años, pero con una carga emocional tremenda. Trabaja en la misma fábrica donde su padre, Emmanuel Zunz, fue acusado de robar dinero por culpa de su jefe, Aarón Loewenthal. Tras el escándalo, Emmanuel se exilia en Brasil. Años después, Emma recibe la carta que lo cambia todo: su padre se suicidó. Y esa es la chispa que enciende el plan.

Pero lo más fuerte del cuento no es el asesinato de Loewenthal, sino cómo lo hace. Emma decide tener relaciones con un marinero para simular una violación y así justificar la muerte de su jefe. Y ahí es donde muchos se quedan: con la frialdad del plan, con la lógica de la justicia por mano propia. Pero si uno presta atención, se da cuenta de que hay algo más oscuro detrás. Porque Emma no actúa solo por su papá. Lo hace también por ella misma.

 


Hay una frase clave en el cuento que para mí cambia todo el enfoque: “Ante Aarón Loewenthal, más que la urgencia de vengar a su padre, Emma sintió la de castigar el ultraje padecido por ella”.


Esa línea no se puede ignorar. Borges no la pone porque sí. Nos está diciendo que Emma también fue víctima. ¿De qué? Esa es la parte que no se dice directamente, pero se intuye. A lo largo del cuento, aparecen pistas de que Emma pudo haber sufrido algún tipo de abuso en su infancia, posiblemente en el contexto familiar. Cuando recuerda la casa de Lanús, por ejemplo, aparece una vidriera con losanges amarillos. Más adelante, cuando va con el marinero, aparece el mismo detalle visual. ¿Coincidencia? Improbable. Borges no deja nada al azar. Es como si esos dos momentos (la infancia y la experiencia con el marinero) estuvieran conectados por un trauma que no se nombra.


Otra pista fuerte es cómo se describe el rechazo de Emma hacia los hombres: “Se habló de novios y nadie esperó que Emma hablara. En abril cumpliría diecinueve años, pero los hombres le inspiraban, aún, un temor casi patológico”.


Ese “temor patológico” no es normal. No es solo timidez. Habla de un miedo profundo, de algo que dejó marca. Y ahí es donde entra la idea de la misandria, el odio hacia los hombres, que no nace de la nada. En muchos casos (y esto no es ficción) viene del abuso, y  del sentirse traicionada por una figura masculina. Como si el relato no se tratara tanto de vengar a un padre inocente, sino de castigar a los hombres como símbolo de algo más grande.


A nivel histórico, la obra está ambientada en 1922, un contexto donde las mujeres que eran abusadas muchas veces no tenían voz. La vergüenza, el miedo, y el juicio social, hacían que se callaran. Eso también se nota en la actitud de Emma: ella no busca ayuda, Planea y hace justicia a su manera. Eso también es parte del mensaje del cuento: mostrar lo que pasa cuando a una víctima no le queda otra salida.


Y hay otro detalle que no quiero dejar pasar: el apellido Zunz. Puede parecer un nombre inventado, raro, seco. Pero si uno lo mira bien, tiene una forma casi circular. Empieza y termina con la misma letra. Es como si Borges estuviera diciendo que el destino de Emma ya estaba definido. Porque en sus cuentos, el destino siempre juega un rol importante. Y acá, Emma está atrapada desde el inicio. Atrapada en su pasado.

Para mí, Borges construyó a Emma no solo como una víctima, sino como una figura trágica. Alguien que, en lugar de romper el ciclo, termina reproduciendo la violencia que quiso combatir. Y ahí es donde el cuento duele. Porque uno entiende su dolor, pero también ve cómo ese dolor la consume y la lleva a mentir, a matar, y cargar con algo que nunca se va a ir.


Por todo esto, Emma Zunz no es solo un cuento de venganza. Es un relato que te hace pensar en el poder de los silencios, en lo que no se dice, y en cómo el dolor puede transformar a una persona para siempre. Borges no nos da todas las respuestas, pero deja las pistas. Está en nosotros verlas o no.

Carta de Emma Zunz
















Jorge Luis Borges - Aparato crítico


Jorge Luis Borges fue un escritor, poeta y ensayista argentino nacido en 1899 en Buenos Aires y fallecido en 1986 en Ginebra. Es considerado una de las figuras más influyentes de la literatura del siglo XX, conocido por sus cuentos filosóficos y fantásticos que exploran temas como el tiempo, los laberintos, los espejos y el infinito. Obras como Ficciones y El Aleph lo consagraron como un maestro del relato breve. Fue director de la Biblioteca Nacional de Argentina y, pese a quedar ciego con el tiempo, su producción literaria no se detuvo. Aunque nunca recibió el Nobel, su legado perdura como uno de los más importantes de la literatura universal.

Aparato crítico - Juan Carlos Onetti



 Juan Carlos Onetti fue un escritor uruguayo nacido en 1909 y muerto en 1994. Es uno de los grandes de la literatura en español. Escribía historias oscuras y existencialistas, con personajes frustrados y melancólicos. Creó una ciudad ficticia llamada Santa María, donde transcurren varias de sus novelas más importantes como El astillero y La vida breve. Ganó el Premio Cervantes en 1980 y terminó sus días en Madrid. Fue un tipo hondo, triste y brillante.

sábado, 19 de abril de 2025

Texto Argumentativo Emma Zunz


 

“La mentira extrema, la herramienta perfecta” - Matias Agustin Bonomo


En el cuento 'Emma Zunz', Jorge Luis Borges presenta una historia que, aunque breve, está cargada de complejidad ética y emocional. La protagonista, Emma, decide mentir de manera calculada para cometer un asesinato que, en su visión, representa un acto de justicia. Lo que diferencia su mentira de un simple engaño es la intención que la motiva y el resultado que busca alcanzar. Esta mentira no nace del capricho, ni del deseo de manipular, sino del dolor profundo causado por una injusticia que el sistema legal no puede reparar. Así, esta historia nos plantea una pregunta fundamental: ¿puede una mentira ser moralmente aceptable si busca restaurar un orden quebrado por el abuso de poder? A lo largo de esta tesis, se analizará cómo Borges transforma la mentira en una herramienta ética y necesaria, capaz de revelar una verdad emocional que trasciende los hechos objetivos.


Emma Zunz representa una figura trágica y profundamente humana. A diferencia de muchos personajes femeninos en la literatura de Borges, ella no es un símbolo o una idea, sino una persona que actúa, sufre y decide por sí misma. Tras la muerte de su padre, causada indirectamente por Loewenthal, Emma idea un plan para asesinarlo. Pero no se limita a ejecutar el acto: entiende que necesita construir una historia que lo justifique, tanto ante la ley como ante su propia conciencia. Así, decide acostarse con un desconocido para simular una violación. Luego, mata a Loewenthal y presenta su crimen como un acto de defensa. Esta mentira, planeada con precisión, tiene un propósito claro: obtener una justicia que la sociedad no puede proporcionarle.


Borges no emite un juicio moral explícito sobre las acciones de Emma. En cambio, presenta los hechos con una objetividad casi periodística, dejando al lector la tarea de decidir si el fin justifica los medios. Sin embargo, al cerrar el cuento con la frase 'la historia era cierta, sólo los hechos eran falsos', Borges sugiere que la verdad puede ser una construcción emocional, subjetiva y simbólica. En este sentido, Emma no miente para encubrir su crimen, sino para otorgarle un sentido. La mentira se convierte en una herramienta que le permite expresar una verdad que el lenguaje legal no puede reconocer: que fue víctima de una injusticia y que su acto fue una forma de reparación simbólica.


Esta dimensión simbólica de la mentira es fundamental. Emma sacrifica su dignidad, su cuerpo y su tranquilidad emocional para que su relato tenga credibilidad. Esto convierte su mentira en un acto de entrega, no de egoísmo. Además, expone cómo la justicia institucional a menudo falla en proteger a los más vulnerables. Borges parece advertirnos que, cuando el sistema no responde, la ficción puede ocupar su lugar como vía de reparación. De esta manera, la mentira se convierte en una herramienta perfecta: extrema, sí, pero funcional en un mundo donde la verdad jurídica no siempre coincide con la verdad humana.


Asimismo, el cuento permite reflexionar sobre el poder del lenguaje. Emma entiende que la historia que narre será clave para que su acto sea interpretado como legítimo. Por eso, estructura su mentira como si fuese una obra literaria: con introducción, conflicto y desenlace. Elige a su 'personaje secundario', el marinero anónimo, y decide cuidadosamente el momento y el lugar. Su plan no sólo depende de los hechos, sino de cómo esos hechos serán leídos. En este sentido, Borges nos recuerda que la narrativa tiene un poder inmenso: puede transformar un acto de violencia en un acto de justicia, dependiendo de cómo se lo cuente.


Otro aspecto relevante es la perspectiva de género. Emma utiliza la percepción social de la mujer como víctima para darle credibilidad a su historia. Sabe que su versión será aceptada si encaja con los estereotipos existentes. Esto añade otra capa de crítica: la sociedad acepta ciertas verdades no porque sean más reales, sino porque son más creíbles dentro de sus prejuicios. Emma manipula este sistema a su favor, lo cual demuestra su inteligencia y su valentía, pero también expone una estructura injusta que obliga a las mujeres a victimizarse para ser oídas. 

En conclusión, 'Emma Zunz' es un relato que trasciende su brevedad para ofrecernos una reflexión profunda sobre la justicia, la verdad y la mentira. Emma no es una heroína tradicional, ni una criminal sin matices: es una mujer que decide actuar por su cuenta cuando el mundo le da la espalda. Su mentira, aunque extrema, es una herramienta perfecta porque le permite construir una forma de verdad más honda que la de los hechos. Borges no condena ni aprueba sus actos; simplemente los presenta, y en esa presentación, nos obliga a pensar. Nos hace preguntarnos si, en ciertos contextos, la mentira puede ser más ética que la verdad, más justa que la justicia. Así, el cuento se convierte en una meditación literaria sobre los límites del bien, del mal y de lo verdadero.




interpretaciónes de “La Intrusa” y “El Milagro Secreto”

  “EL MILAGRO SECRETO” - Jorge Luis Borges                   “ El tiempo interior como salvación” En “El milagro secreto”, Borges nar...