El abuso infantil es una de las violaciones más brutales de los derechos humanos; podría manifestarse como abuso físico, mental o sexual. Todas estas formas de abuso causan daño inmediato y dejan cicatrices para toda la vida.
Abuso físico
El abuso físico comprende acciones, como golpear y quemar, que podrían causar daños corporales y deterioro psicológico. Las víctimas tienden a sufrir enfermedades crónicas y trastornos como ansiedad y depresión, y viven en un estado de terror persistente.
Abuso mental o emocional
Los actos de abuso mental o emocional son rechazo, humillación y manipulación, lo que reduce el sentido de autoestima de la persona y desarrolla graves problemas de salud. Este tipo de abuso crea un ambiente de miedo constante, por lo que se ven afectadas las capacidades para crear relaciones saludables.
Abuso sexual
El abuso sexual de niños incluye cualquier actividad sexual forzada con el niño, que va acompañada de traumatizaciones por traumas físicos y mentales como consecuencias, enfermedades y traumas psicológicos. Además, la vergüenza y el estigma suelen impedir que la víctima pida ayuda.
Conclusión
El abuso infantil es un crimen atroz que arruina vidas y corroe la sociedad. La comunidad debe unir esfuerzos para prevenir y eliminar este mal creando ambientes seguros para los niños con el fin de tener un futuro mejor para ellos.
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