La novela Las chicas de alambre refleja de manera contundente las consecuencias destructivas de los estándares de belleza impuestos por la industria de la moda. A través de la vida de tres modelos atrapadas en una espiral de exigencias físicas inalcanzables, Jordi Sierra i Fabra expone una realidad que aún hoy se mantiene vigente: la búsqueda obsesiva por un cuerpo perfecto puede derivar en trastornos alimenticios, depresión y, en los casos más extremos, la muerte.
En la actualidad, a pesar de que se ha avanzado en la inclusión de cuerpos diversos en las campañas de moda, la presión social por alcanzar una apariencia física idealizada sigue presente en los medios y redes sociales, afectando principalmente a los jóvenes. La novela denuncia cómo esta presión puede deshumanizar a las personas, reduciéndolas a simples objetos de consumo, y plantea la necesidad urgente de un cambio en los valores que celebramos. Al mostrar las consecuencias extremas de la fama y la obsesión por la delgadez, Las chicas de alambre invita a cuestionar la validez de estos estándares y a reconsiderar la importancia de la salud mental y física frente a los cánones de belleza que la sociedad impone.
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